viernes, 10 de septiembre de 2010

Envidio a las flores

Malditas ellas,
siempre bellas,
siempre adoradas,
siempre bien presentadas.

Las maldigo,
pero las maldigo porque las envidio,
las envidio porque siempre se ven radiantes,
porque la gente siempre las recibe felices.

Malditas arpías!
siempre de muchos colores,
siempre vistiendo de maravilla,
brillando ante el sol,
y bañandose ante la lluvia.

Pero en el invierno reino yo
porque ustedes son débiles,
sensibles, delicadas
y no son capaces de soportar el gélio frío invernal.

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