Capítulo 6

La verdad es que no me atrevía demasiado a subir este capítulo ya que lo comencé a escribir cuando cambié de computador por lo que no tengo la historia completa para redactar de manera adecuada a la historia.

Pero lo más probable sea que reedite la historia que deberé buscar entre los millones archivos que tengo respaldados (ufff) y a medida que la edite la iré integrando y subiendo.

Debo señalar además que este capítulo no esta listo y que también debe ser editado. Pero me comen las ganas de subir texto alguno que he estado escribiendo en los escasos momentos de creatividad que me van quedando.

Espero que les guste...

Capítulo 6

La verdad no recuerdo desde cuando es que no utilizo los escritorios con la debida función a la que están destinados, ya que la paso sentado en el suelo con mi cama como respaldo tecleando y tecleando hasta que mis parpados pesan.
Como hoy. Ya es de madrugada y no me puedo separar de mis desenfrenadas historias sin acabar las cuales me hacen viajar en un mundo alterno que sería ideal para mi, con mucha mas aventura que esta maldita vida que me de solo recordarla me hace bostezar.

Me detengo un momento y cierro los ojos para escuchar el ruido de la lluvia.
De pronto comienza a vibrar mi celular, veo la pantalla y reconozco el número, es mi amigo Noah, por lo que enseguida atiendo. Se oye extraño como si le constase hablar. No logro entender lo que me dice por lo que inútilmente apego mi oído el celular, puedo oír el ruido de los autos y las voces de la gente que pasa cerca suyo. Siempre repite lo mismo pero no logro entender ya que habla entre jadeos, de pronto siento un estruendo y muchos gritos y gente que corre descontrolada y una sola palabra antes de que la llamada se corte – ¡Huye! – me quedo mirando el celular tratando de comprender todo lo que sucede pero no logro asociarlo.

Por que me llama tan de madrugada si mañana debemos presentar un examen en el instituto a primera hora y el es uno de los más aplicados en la clase, tampoco logro comprender porque debo huir si no he hecho nada.
Sigo vagando en mis pensamientos sin lograr enlazarlos coherentemente pero de pronto alguien abre la puerta de mi habitación y al tratar de ver de quien se trataba todo se vuelve negro.

- Y es ahí cuando despierto, siempre es el mismo sueño…todas las noches y por eso es que estoy tan cansado – digo dando un largo suspiro para luego bostezar.

Noah me mira fijamente a los ojos escuchando cada palabra de mi relato. Tiene el ceño fruncido haciendo que sus cejas casi se vuelvan una y la boca hace una mueca bastante peculiar, cuando termino de hablar baja la mira y comienza a decir – La verdad es que no se que es lo que te lleva a soñar eso bro’ – se rasca la cabeza y luego se cruza de brazos para decir – No será que todo lo del intercambio te tiene así y o te deja en paz luego de… - calla de repente.

- Men tu sabes que no me importa hablar de la “infortunada despedida” que tuvimos Magda y yo – le digo con una sonrisa torcida y una palmada en su hombro para luego seguir – Aunque puede que tengas razón con lo del intercambio ya que no he podido estar un segundo tranquilo desde que acepte la maldita beca, ya que si no tengo que estar tres horas sentado en la embajada para sacar la visa, tengo que ir a hablar con la encargada para firmar mil papeles o mi madre que empieza a comprar cosas que no necesito pero que según su “instinto materno sobre protector” DEBO tener… creo que me volveré loco antes de llegar a Canadá…ahaha… -

Me odio por decir que no me importa lo ocurrido con Magda pero la verdad es que me carcome el corazón de solo recordar el calor de su respiración, sus mejillas sonrojadas sus ojos llorosos y sus labios hinchados por el beso…Mierda… como me gustaría tenerla entre mis brazos en este instante, poder acariciarla y besarla sin importar el motivo poder juguetear con su hermoso cabello y perderme en su mirada todo el tiempo que yo desee. La necesito, ahora, pero desde aquel incidente, ella no me ha vuelto a dirigir la palabra y además no se ha aparecido por el salón como antes. Tampoco me atrevo a ir a su salón ya que deduzco que este molesta con migo y con justa razón. ¿Y quién no se enojaría si el chico que has amado toda tu vida te rechaza justo cuando te le declaras?