Bajo esa puta lluvia que no paraba de correr!
Canción maldita!
Aquellos versos que me golpean en la cien y no me dejan pensar, me nublan la visión y me prohiben caminar, mientras la lluvia moja o más bien empapa mi gabardina.
Maldita tú!, me das nauseas por ser tan irreverente, por ser tan irresponsable, por convertirte en un sin fin y sin futuro...quiero vomitar, escupir y evadir las miradas de los que por mi lado pasan.
Siempre me pregunto porque a veces te amo y otras te odio tanto y nunca encuentro la respuesta que con tantas ansias me dedico a buscar.
Sueño con tener tu cuello entre mis manos, viendo como la mirada se te nubla, los labios se colocan morados y la piel pierde color y calor y no sentir más tu pulso, no sentir más mi pulso...
Correr a un sucucho mal habido y embrigarme hasta olvidar lo ocurrido, fumarme un pucho e inundar mi boca de aquel sabor tan peculiar que otorga el tabaco.
Cambiar de nombre, de religión, de casa, de nación, de lengua, de identidad completa, comenzando así desde cero, naciendo como lo que nunca fui y no puedo serlo ya, buscando el camino fácil para desaparecer y así nunca más ver, lo que en aquel reflejo vislumbro.
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