Lamentablemente cuando este grupo [QUE NO ES REGGAETON!, metanse eso en sus cabezas] estuvo en el festival, no tenía mi computador al lado para comentar lo bueno que fue su show, lo bueno es que tuve tiempo para leer lo que los diarios y los críticos hablaron, y me di cuenta de que no saben más que de sus narices, ya que los diarios solo hablaron de como Residente (el vocalista del grupo, Rene) no quería que entraran los animadores, mientras los críticos decían que eran unos vulgares y que lo único que se conocía de ellos eran dos temas.
Mi reacción ante esto en un principio fue de sorpresa, luego con un leve suspiro de resignación asumí el hecho de que los críticos chilenos de lo único que saben es de la maldita farándula, que debería ser prohibida y los diarios, bueno la verdad es que ya no son lo que eran hace un par de años y prefieren atraer gente antes que informar todo y sin censura. Para que hablar de los comentarios que se produjeron luego de la critica de Rene a la burla homosexual de Mauricio Flores.
Ahora bien centrándome en lo que fue el show en si, debo decir que fue uno (y si no el único) que realmente valía la pena ver, no solo por el hecho de ser un grupo que yo personalmente consideré de peso y que sus temas son muy buenos, sino que además se preocuparon de integrar grupos chilenos como Chancho en Piedra, Camila Moreno, Inti Illimani Histórico y un poco de cultura con Yatiris un grupo folklórico de la fiesta de la Tirana. Lo que aquí quiero resaltar es la importancia que un extrajero tuvo que darle a los cantantes nacionales que ruegan para poder estar en ese escenario para que llegaran allí. Ellos comparten la música no se aprovechan de su éxito, lo comparten.
Yo diría que Residente es el primer cantante y compositor que conozco, que es un culto con vocablo de flaite, pero esta bien, no lo digo de mala manera, sino más bien como para resaltarlo ya que es capaz de hacer canciones reales, con un contenido de peso, capaz de generar una conciencia social y darle voz a los que no la tienen, sin tener que censurar palabras o garabatos y sin proteger ni a políticos o la misma iglesia.
Calle 13, por más que intenten censurarlo, criticarlo, y repudiarlo los más cartuchos o formales de la sociedad, los sobrepasan y llegan para decir lo que es necesario decir y expresar lo que se debe expresar. Así como hablar de las represas, el apoyo a los mapuches, las diferencias sexuales y lo que quieran, sin tener que ir por la plata y la necesidad de lloriquear por que no les entregaron las gaviotas de oro o lo que sea. Ellos cantan para y por la gente, algo que la musica actual ha perdido, ya que ahora se generan cantantes y canciones con el fin de solventar un mercado y no un gusto o necesidad social.
A decir verdad fue una fiesta y un verdadero agrado y un orgullo para la música Latinoamericana.
Basta de criticar, enjuiciar y censurar solo por decir la verdad con todas sus letras.